No recuerdo cuándo ni dónde leí que, para tener controlada la distancia de natación de un IronMan en el mar, había que ser capaz de nadar en los entrenamientos en piscina una distancia de 2.000 metros con solvencia.
Y esos 2.000 metros es la distancia mínima que parece que estamos dispuestos a hacer cuando acudimos a La Alhóndiga. A Amaia no le cuesta nada y a mí parece que tampoco. Los primeros veinte largos siempre los hago sin darme cuenta y, a partir de ahí, ya solo queda la mitad. La cabeza trabaja mucho en deportes de resistencia cuando se hacen largas distancias y parece que, en esta cifra, no sufro mucho.
Por primera vez desde que acudimos a esta piscina, las calles han estado un poco petadas. No hemos podido empezar en la misma y ambos hemos llegado a tener a otras tres personas con nosotros. Se nota que en septiembre hay muchas personas que hacen propósito de algo y que luego lo dejan. Esperamos que abandonen pronto.
| - 40 x 1 (50 m). crol. |
Total: 2.000 metros |
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