Hoy estamos en alerta amarilla por fuertes lluvias a partir de las seis de la tarde y el Gobierno Vasco ha recomendado que no se acuda a la montaña en los próximos días. Como el Arnotegi (426m) lo tengo junto a casa y no lo considero montaña sino monte urbano, para allí que me voy a la carrera. Eso sí, pero saliendo a las cinco y media, media hora antes de que empiece la alerta.
Como espero chupar agua a lo grande, no me llevo la cámara de fotos. Solo me llevo el GPS en la riñonera para poder medir la distancia y el bidón de agua para beber, aunque agua voy a tener de sobra. Bajo un ligero sirimiri empiezo a correr desde San Antón a Miribilla, pasando por el Bilbao Arena. Ya en San Adrián, el sirimiri es algo más que sirimiri.
Paso por la rotonda nueva de Iberdrola y me meto por la pista que se dirige al Arnotegi justo detrás. La pendiente se dispara por momentos pero no dejo de correr hasta la cima, incluso en el sendero final que sale del mirador en el que se encuentra la mesa de interpretación. Llueve más fuerte pero el chubasquero sigue siendo suficiente como para no mojarse.
32min. y solo llevo cuatro kilómetros, pero han sido a más de un 10% de media. Pego un trago de agua junto al vértice geodésico y sigo de frente para enlazar con la pista de Buia, pista que abandono para dirigirme hacia el Pagasarri aunque, en esta ocasión, me paro en la barrera porque no lo voy a subir entero a estas horas. A cambio, llego hasta la ermita de San Roque antes de dar media vuelta.
En ese descenso, decido meterme de nuevo por la primera entrada a las pistas del Arnotegi y seguir por ahí hasta la salida que hay junto al bar del Athletic. Entre árboles no me mojo aunque esté cayendo agua con más fuerza que antes. Ya en la carretera, tiro para el Peñascal para que la ruta coja un poco de kilometraje.
Ya todo es terreno descendente y llego al Peñascal por la nueva carretera que han hecho junto a los peajes de los túneles de la Supersur. Cruzo Rekalde y, de nuevo con un suave sirimiri, Autonomía y Hurtado de Amézaga me dejan en el puente del Ayuntamiento, desde donde cruzo el Casco Viejo para regresar a casa completando 17km bien majos con 550m de desnivel.
Lo mejor de todo es que las zapatillas SALOMON XT Wings 2 ya se me han hecho al pie y que son comodísimas y con una amortiguación fantástica. El agarre en mojado es muy bueno en asfalto, en tierra y en hierba, pero sobre piedra húmeda se deslizan solas. Ahí me tengo que andar con mucho cuidado.
0 Comentarios
PIEATIERRA se reserva el derecho de suprimir, por cualquier razón y sin previo aviso, cualquier comentario que considere inapropiado.