Parece que el miércoles se ha convertido en el día de ir a la piscina entre semana y que la distancia que hacemos se mantiene en los treinta largos para que no resulte demasiado pesada. Después de dos jornadas de descanso, dejando que las piernas se relajen un poco y que los gemelos se recuperen, volvemos al agua.
La piscina no tiene demasiada historia. Vamos hasta La Alhóndiga, pasamos la txartela por la máquina de tornos, subimos en el ascensor hasta la tercera planta, cada uno se va a su vestuario, nos cambiamos rápidamente, salimos por la escalera de acceso a la piscina, tomamos una ducha previa a ponernos los gorros y nos metemos en la calle que esté más vacía. Es pura rutina.
Y ya en el agua, cada día es igual que el anterior. Lo único que puede cambiar un poco son las sensaciones. Hay días mejores, hay días peores, ..., pero todos resultan igual de aburridos. Menos mal que hemos tomado la decisión ésta de hacer 1.500 metros entre semana porque más se me haría insufrible.
| - 30 x 1 (50 m). crol. |
Total: 1.500 metros |
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