MAUNA KEA 2: subir +2000

Hoy tengo el asalto a la segunda fase del Mauna Kea. Se trata de ascender dos mil metros y ya hace un par de días que tengo esos nervios de quien sabe que va a sufrir bastante. La vuelta planeada es muy rompepiernas, con siete cotas por el camino y, para ver la diferencia de forma con la salida de hace tres semanas, me propongo repetir la última subida al Vivero. Han pasado demasiados días desde que cogiera la bici por última vez.

XTREM CAT 1 CAT 2 CAT 3 CAT 4


MAUNA KEA 2 Bilbao 104 km 2095 m+ IR

(Click en el perfil para ampliarlo)


Hay previsto un cambio de tiempo muy brusco para esta tarde a las cuatro, así que me pongo en marcha a eso de las 09:30, sin madrugar demasiado. La subida a Enekuri es la primera y apenas hay tráfico en domingo.


Me caen unas gotas bajando hacia Asúa. Espero que no se adelante la borrasca y que pueda disfrutar de la mañana sin acabar empapado. Llego a Loiu y tampoco está tan encapotado.


La subida a Lauro tiene algo más de enjundia que la de Enekuri, pero no mucho.


Sigo sin ver un solo coche cuando llego a la parte alta de esta carretera que me lleva hacia Gatika. Los kilómetros van cayendo muy lentamente. Empiezo a pensar que esto va a ir para largo.


Y encima se pone a llover. Me pongo el chubasquero para la bajada y parece que va cogiendo agua. La carretera se empapa mucho.


Continúo hacia Jata por una vertiente que nunca había hecho. Siempre que he subido este puerto ha sido por alguna de sus dos vertientes de la carretera de la costa.


A Bakio llego con ganas de tomarme un pequeño respiro. Llevo unos kit-kat y es el momento de tomarme uno.


Me quito el chubasquero para subir a San Pelaio. La primera parte de la subida, la que lleva hasta la rotonda de la ermita, es bastante llevadera.


Pero se vuelve a poner a llover y tengo que parar para ponerme el chubasquero de nuevo. No me he dado cuenta de poner el guardabarros trasero a la bici y empiezo a llevar el culo un poco mojado.


La parte nueva se hace dura. Es un kilómetro al 10% y no estoy para rampas tan continuadas todavía.


Una vez coronada esta subida, aparecen unas vistas primorosas. A San Juan de Gaztelugatxe le sigue una hermosa postal de Bermeo y de toda la franja de costa vasca.


El descenso me lleva a Bermeo a mitad de recorrido. Me quedan tres subidas y ya van escaseando las fuerzas.


Empiezo a subir Sollube con el piso mojado después de parar unos minutos en la localidad pesquera. Es un puerto importante y ya llevo más acumulado que el otro día, cuando acabé descojonado.


Hay un verde estupendo por todas partes. En cuanto llueve unos cuantos días seguidos, los campos recobran un color fortísimo.


Voy dejando atrás las vistas de costa y las pocas fuerzas que me quedan. Resulta extraño pedalear en un puerto de estos que, en otros momentos, no me supone ningún esfuerzo desmedido.


Corono Sollube y el descenso me lleva hacia Mungia aunque me desvío por Meñaka para acceder directo a Olabarri y, desde ahí, subir a Gerekiz.


Se me está haciendo muy larga la etapa y ya llevo unos cuantos kilómetros con ganas de acabar. Me empiezo a entrar sueño, eso no es buena señal.


Llego a la cima de Aretxabalagane con el recuerdo de lo mucho que sufrí en el Vivero hace unas semanas. No quiero ni llegar a Lezama.


Al llegar a Larrabetzu veo a un par de chavalas y les digo si saben de alguna tienda de chuches para comprarme algo de comer. En una máquina me cojo unas palmeras y me pongo ciego sentado en un banco de un parque antes de afrontar las rampas del Vivero por Lezama.


Deben ser los efectos del chocolate pero puedo subir del tirón. A diferencia de la vez pasada, no me tengo que ir parando y eso me da mucha moral.


Llego a la parte alta de la subida y solo me queda descender a casa, llegando casi a las cuatro de la tarde, poco antes de la hora anunciada para la tromba de agua. Y sí, así ocurre. Me ducho y empieza a llover y a hacer un viento muy fuerte. Me he librado por los pelos.

Safe Creative #1007090003507

0 Comentarios