Vuelta a Urbasa-Andía

Mañana tengo marcha de montaña en Eulate y, para amortizar bien el viaje, decido ir un día antes y hacer cicloturismo con una ruta circular a través del Parque Natural de Urbasa-Andía para ir calentando motores.

XTREM CAT 1 CAT 2 CAT 3 CAT 4


Vuelta a Urbasa-Andía Zudaire 88 km 1410 m+ IR


(Click en el perfil para ampliarlo)


Salgo a una hora buena, ya que no he madrugado demasiado en Bilbao. El día luce bien pero hace bastante fresco en las sombras. Habían anunciado mucho calor pero no termina de hacerlo.


Empiezo a subir Urbasa por esta vertiente de Zudaire, donde he dejado el coche. Las pendientes son suaves pero me pillan muy frío y no carburo demasiado bien.


Parece que el sol termina de desperezarse pero apenas calienta. Estoy subiendo y, sin embargo, tengo bastante fresco.


No pierdo detalle del paisaje. Me conozco muy bien este puerto pero no dejo de mirar a las zonas por las que pasaré mañana en la marcha de montaña.


Llego al puerto y me tengo que abrigar para esos kilómetros de llano que hay antes de dejarse caer hacia Olazagutia.


Siempre es un placer asomarse a este mirador sobre el valle de Sakana. Las curvas reviradas, los kilómetros de descenso y la sombra que domina esta vertiente me hacen pensar en que voy a llegar abajo algo helado.


Así es, llego abajo bastante frío. Para más inri, el sol empieza a esconderse tras unas nubes muy feas que se ciernen sobre la cima de San Donato, la ermita que preside la cumbre del Beriain.


Empiezo a subir Lizarraga con mucho interés. Solo lo he subido en una ocasión y de ello hace ya bastante tiempo. Ya casi no lo recuerdo, salvo detalles inconfundibles de la parte final.


Me detengo en la primera rampa para quitarme los manguitos. Ya calienta algo más, pero nada que ver con lo que habían anunciado.


La primera recta da paso a una herradura, una de las contadas curvas que tiene Lizarraga.


Y aparecen las largas rectas con pendiente muy llevadera. Menos mal que las vistas son muy guapas porque el puerto es muy soso en esta parte inicial.


Sin nada que varíe la monotonía de este puerto, voy haciendo rectas esperando a que llegue una curva que me entretenga.


La pendiente es tan suave que tienes que recorrer mucho trozo de una recta para que se aprecie distancia en elevación con respecto a la anterior.


Es en la última recta cuando aparece lo más interesante del puerto. El mirador es una chulada, con esa cruz en lo alto de una roca y con esa escalera que la va rodeando.


La primera vez que vine me sorprendió el final perforando la montaña para acceder al valle de la otra vertiente. Esta vez lo estaba esperando.


Es pasar al otro lado y empieza a llover. Menos mal que llevo un chubasquero de emergencia en el bolsillo de las cámaras porque no me esperaba que lloviera hoy. Daban un día espléndido por esta zona y llueve y hace bastante fresco.


Tenía pensado dar una vuelta algo más amplia, con algún puerto más, pero decido tirar para Estella y cerrar el círculo pronto, no sea que el día se estropee más aún.


Apenas llevo unos setenta kilómetros y ya me encuentro bastante cansado. Hace unos cuantos días que no cojo la bici y se nota.


Dejo atrás Estella y tomo la carretera de Zudaire recordando otros viajes con alforjas de no hace mucho tiempo. El paso por el área recreativa que hay antes de llegar, donde planté la tienda de campaña el pasado año, me hace especial ilusión.


Esta es una vuelta fácil y sin mucha exigencia pero llego tocado al coche. Es pronto, tengo toda la tarde por delante. Me desplazo a Eulate para preparar la comida y para echar una buena siesta, que me hace falta.

Safe Creative #1007090003507

0 Comentarios