El plan de hoy es claro: hacer el recorrido de la QH pero al revés. Pero no ha cesado de llover en toda la noche y hace muchísimo frío de buena mañana, así que estoy abierto a cualquier cosa. Según vaya la etapa decidiré lo que termino haciendo.
| XTREM | CAT 1 | CAT 2 | CAT 3 | CAT 4 |
| Colacao en el Portalet | Sabiñánigo | 88 km | 1715 m+ | IR |
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Espero a que temple un poco el día y me dirijo hacia las montañas nevadas que se ven en la distancia. La imagen es preciosa si no fuera porque voy bastante congelado.
Tras unos kilómetros con ligera tendencia de subida por la carretera de Biescas, llego a la altura del embalse de Búbal y me desvío para ascender a Hoz de Jaca, la última tachuela de la QH pero en sentido contrario.
Atravieso el túnel de la parte baja y me dispongo a entrar en calor en los dos kilómetros de subida, con pendientes cercanas al 10% pero con una humedad tan alta que no me permite desabroharme ni una cremallera.
Las vistas del embalse son muy chulas pero la falta de luz no permiten disfrutar como se merecen. Está todo muy cubierto y todavía me temo que empiece a llover.
La subida es tan corta que llego a la zona urbanizada antes de darme cuenta. Como me temía, empieza a chispear un poco.
El descenso es helador. Hace un frío tremendo y veo demasiadas nubes en la parte del Portalet, que es a donde me dirijo.
A partir de Escarrilla, la subida se hace más continua, con pendientes más propias de un puerto de montaña. Es muy llamativa la falta de tráfico porque no se ve ni un solo coche.
Me voy acercando a los últimos kilómetros y la nieve hace acto de presencia por las laderas. Tengo mucho frío y empiezo a ver muy difícil completar el recorrido que tenía en mente. Empieza a llover y me da que bastante voy a tener con llegar a coronar el Portalet.
Se van confirmando mis peores temores cuando empieza a nevar. El aire que me pega de cara es gélido y el frío no lo soporto como años atrás. Hay momentos en los que, aún yendo para arriba, me castañetean los dientes del frío.
Llego a la cima en el momento en el que más cae. Llueve aguanieve con fuerza y el viento es más fuerte de lo que sería deseable. No se me pasa por la cabeza tirar para el lado francés ni por un solo instante. Me doy media vuelta como está mandado.
Con varios metros de nieve en las cunetas y con un frío que pela, me meto en uno de los restaurantes de la cima para tomarme un colacao bien caliente y entrar un poco en calor. Los planes se están cayendo y no me hace ninguna gracia aunque llamo a casa y el tiempo que dan sigue siendo bueno. Según la chica del bar, el Portalet lo han abierto esta semana y empiezo a dudar del estado de alguno de los puertos que quiero pasar en Francia.
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