El hombre boya

Hace un mes que no voy a nadar. El mal tiempo está retrasando mucho la salida al mar y no me apetece mucho meterme tralla en la piscina con los objetivos acuáticos todavía tan lejos. Aún así, hoy me acerco a La Alhóndiga con un plan muy ambicioso para llevar tanto tiempo sin usar el bañador: hacer 50 largos.



Dos días previos con un menú de legumbres me han convertido en un flotador con patas. Los garbanzos y los guisantes han hecho que me parezca a una etíope embarazada. Solo me faltan las tetas caídas. Con este panorama, no creo que me cueste mucho flotar sobre el agua.

Empiezo con mucha calma porque la cosa va para largo y voy haciendo piscinas sin parar. Llego a los veinte largos soltando aire a menudo, con riesgo de convertir mi calle en un jacuzzi.

Sorpresivamente, llego a los cincuenta largos con más facilidad de la prevista. Solo al final me ha costado un poco porque se me estaba empezando a cargar algo el antebrazo izquierdo pero nada reseñable. Sin duda, mi estado por la tarde no tiene nada que ver y me duermo por las esquinas.

- 50 x 1 (50 m). crol.
Total: 2.500 metros

Safe Creative #1007090003507

1 Comentarios

  1. jajajajajajajaja...no te preocupes que ya te queda menos para que se te caigan las tetas jajajajajaja, que bueno volver a descojonarme con una cronica tuya.....

    ResponderEliminar

PIEATIERRA se reserva el derecho de suprimir, por cualquier razón y sin previo aviso, cualquier comentario que considere inapropiado.