Pedestre al Angliru

Hace cinco años que estuvimos en el Angliru, en una de tantas escapadas que hemos hecho a Asturias, y coincidimos por casualidad con una carrera: 'Pedestre al Angliru'. Nos dejó bastante impresionados ver cómo sufría la gente en medio de La Cueña les Cabres, cómo subían resoplando, la gran mayoría andando, ...

Creo que ese mismo día fue cuando a Amaia se le metió esta subida entre ceja y ceja, así que la hemos tenido como objetivo desde hace largo tiempo. Por desgracia, la prueba ha desaparecido del calendario y no hemos tenido tiempo de participar en ella, aunque claro, siempre se pueden hacer las cosas en 'independiente'.

Con esa idea pusimos la fecha de ayer y ... ¡va la Vuelta a España y pone la misma! Así que la atrasamos a hoy con las incomodidades que ello supone. Hay un montón de gente durmiendo en Viapará, todo está lleno de basuras, ..., bueno, nosotros a lo nuestro.

XTREM

CAT 1

CAT 2

CAT 3

CAT 4

Pedestre al ANGLIRU

Riosa

26 km

1265 m+

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Por la noche no ha parado de llover. Esperamos a desayunar y vamos pasando la mañana con un ligero orbayu hasta que nos decidimos a bajar de una vez hasta Riosa. Son casi seis kilómetros que nos van a venir muy bien para calentar.

El descenso es la parte fácil de la subida al Angliru y eso hace que no haya que ir clavando piernas de inicio. Nos viene de cine para romper la musculatura, que ayer también tuvimos mambo en el Cuitu.

Llegamos abajo, nos paramos junto al cartel que anuncia 'El Olimpo del Ciclismo' sobre el río, estiramos un poco, no nos lo pensamos demasiado ... ¡y para arriba!

Sigue orbayando, que viene a ser un sirimiri de toda la vida, pero viene hasta bien para no ir sofocados. La pena es que las vistas se van a estropear.

Vamos pasando los kilómetros y son muchos los coches, furgonetas y caravanas que bajan porque el día se estropea y no merece la pena quedarse arriba. Muchos nos pitan animándonos.

Pasado el tercer kilómetro, nos adelanta Buru en su coche. Viene de hacer ayer la DesafiOSOmiedo y se nos unirá más tarde. El orbayu ha dado paso a la lluvia y ya no es tan guay.

El coche lo hemos dejado en Viapará para hacer el avituallamiento como lo hacían en la 'Pedestre al Angliru'. Un Kit-kat, un trago de líquido, y para arriba. Aquí se une también Buru. Por suerte, nos deja de llover y parece que aclara algo. Ya arriba si eso ... ya levanta, ya.

La segunda parte de la subida es la graciosa, para la que uno viene hasta aquí. Nos adelanta un ciclista diciendo que ahora viene lo malo, como si fuera obligado. No, hijo no, ahora viene lo bueno.

Ponemos ritmo 'llegar arriba', que es ese ritmo que te permite ir hablando sin que la respiración se inmiscuya en la conversación.

Las rampas por encima del 20% se van sucediendo pero, gracias a que están identificadas con carteles y a que nos las conocemos de memoria, las vamos pasando con soltura.

Por fin, deja de orbayar y nos podemos quitar el chubasquero porque la temperatura es óptima para correr.

Casi sin darnos cuenta, llegamos a la fatídica 'La Cueña les Cabres' con su 23% de máxima al final de la pedazo recta que parece no acabarse nunca.

Poco a poco, como no puede ser de otra manera, llegamos a la curva que supone un gran alivio para las piernas. El coco no ha sido tan coco y no ha habido que dejar de correr en ningún momento. ¡Estamos a tope!

Hay pintadas por el suelo por la etapa de ayer. También hay basura por todas partes. La gente es una cerda maleducada y algunos se merecen que no los dejen subir jamás a la montaña. Los guardianes del paraíso debieron tener ayer jornada de descanso.

Ya sólo queda un poco para llegar al mirador que da por terminada la ascensión y es momento de echar un ojo para abajo, aunque sea de soslayo. Pero nada, no se ve nada. ¡Qué pena!

¡Síiiiiiiiiiiiiiii! Quinientos metros para abajo, esto está hecho. ¡¡¡Zorionakkkkkkkk!!!

Nos quedamos un rato arriba con la suerte de que levanta un poco, no tanto como hubiera sido deseable, pero lo justo como para estar un rato arriba disfrutando del momento.

El día aquel de la carrera, allá por 2.008, bajamos a una chica/señora en el coche. Había quedado segunda y estaba como loca de contenta. Pues Amaia tiene que bajar corriendo y lo hace a toda máquina.

Buru y yo bajamos un poco más suave aprovechando que despeja un poco. Es una pena el día que nos ha tocado aunque, mirándolo bien, igual ha sido toda una suerte.

Al final han sido 26km con 1.300 metros de desnivel positivo. Más de un medio maratón así como si nada y con un miura de por medio. ¡Quién nos lo iba a decir hace cinco años, ¿eh?! ¡¡Grandeeeeee!!