Subida al Ganekogorta

Llevo dos días vagueando y pasado mañana tengo una marcha de 62km, así que hay que ponerse las pilas y decido subir corriendo hasta el Ganekogorta. Espero que las subidas del fin de semana me hayan dejado las piernas como para poder hacerlo del tirón.

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Subida al Ganekogorta Bilbao 23 km 1100 m+ IR

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Salgo de casa después de comer. Ha estado lloviendo por la mañana y dan bastante mejoría para la tarde. Las gaviotas andan un poco revueltas.


A diferencia de lo que me suele pasar por las mañanas, no me cuesta mucho entrar en calor y llego a Bentabarri sin esa sensación de pereza de primera hora.


Dejo el asfalto y me meto por la pista del Pagasarri. En la ruta del otro día por Orozko fastidié las zapatillas para correr por estos terrenos y llevo unas SALOMON con Goretex® que no sé si llevaré este sábado. Tengo muchas dudas sobre este tema.


La tarde está bastante nublada y sólo me encuentro con un par de personas en toda la subida.


Llego al Pagasarri y veo que el Ganekogorta tiene una txapela encima. Aparecen tímidos rayos de sol que me animan mucho para seguir adelante.


Toca un buen tramo de bajada para retomar fuerzas para lo que viene después: la cuesta de Anselmo.


Llego a la cuesta de Anselmo con la duda de si podré con ella o si tendré que superarla caminando. Las piedras van haciendo escalones y me ayudan mucho en la subida.


No pensaba superar este tramo tan fácilmente. Ahora viene un pequeño descanso antes de afrontar otra pared por sendero embarrado.


Paso la mitad pero llega un momento en el que la patata me dice basta y tengo que subir andando. La acumulación de rampas está siendo demasiado para mí.


Superada la dura rampa, vuelvo a ponerme a la carrera en un tramo más favorable pero por el que tengo que pisar sobre la hierba porque el barro resbala mucho.


En el tramo final tampoco hay chicha para seguir corriendo y vuelvo a caminar unos metros mientras recobro el aliento. La cima está cubierta de niebla y no se alcanza a ver.


Los últimos metros vuelven a posibilitar la carrera, con cuidado de no molestar a los caballos que andan por ahí. Es una pena no poder disfrutar de las buenas vistas que ofrece esta cumbre.


Corre un poco de aire y apenas paro unos segundos, lo justo para abrocharme el cortavientos y guardarme la cámara en el bolsillo. Hasta casa todo es para abajo salvo la rampa de subida a las campas del Paga donde no hay huevos de seguir corriendo y vuelvo a caminar. Para hacer todo esto corriendo sin parar creo que habrá que probarlo un par de veces más.

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2 Comentarios

  1. Eres joven...aprovecha. Yo lo haría andando, y sería duro.

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    1. Uy Gorgonio, no creas, que uno ya va quitando muchas hojas al calendario. ;-)

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