Ya solo queda una semana para irnos a Asturias a subir corriendo el Angliru. Arimegorta tiene cierta similitud con lo que viene tras Via Pará, así que nos vamos a Zeanuri para probar sensaciones en esta ascensión. Tenía pensado hacerla en bicicleta mientras Amaia la hacía corriendo pero, la gran tormenta que ha caído esta noche y la suposición de que el piso esté húmedo, me retraen de esa idea.
| XTREM | CAT 1 | CAT 2 | CAT 3 | CAT 4 |
| Subida a ARIMEGORTA | Lanbreabe | 8,4 km | 580 m+ | IR |
(Click en el perfil para ampliarlo)
Llegamos a Lanbreabe a una hora cómoda y sólo tenemos que quitarnos el cortavientos para empezar a subir. La temperatura es magnífica para ponerse a correr por semejantes pendientes.
La primera parte es la más cerrada y el suelo está tan húmedo como esperaba, lo que hace que me alegre de no haber traído la bicicleta.
Pero vamos llegando al primer kilómetro y el piso aparece seco y me da un poco de rabia. Pero bueno, casi mejor porque así podemos ir juntos, algo que habría sido más difícil por los diferentes ritmos que habríamos llevado.
A pesar de estar nublado, hay ratos en los que sale el sol, algo que se agradece mucho porque tampoco es que haga excesivo calor.
De los tres tramos en los que está dividida esta subida, el central es el más largo. Cuando se hace en bicicleta suele marcar la diferencia, llegando a Iondogorta muy exigidos. Corriendo es menos exigente y lo superamos con solvencia.
La última parte es en la que aparecen el cemento rallado y las pendientes máximas. El piso está perfecto, seco y limpio, mucho mejor que muchas subidas asfaltadas.
Sólo son cuatro kilómetros y llegamos a Arimegorta en un santiamén. Se hace corta esta subida porque no hay espacio para el aburrimiento, ya que siempre se está en buenos niveles de esfuerzo.
Hoy estreno cámara de fotos y aprovecho para probar el superzoom con los caballos que están tumbados en la hierba.
El sitio es precioso, uno de los más bonitos rincones de Bizkaia, en pleno Parque Natural de Gorbea.
Tan solo llevamos unos minutos y ya empezamos a quedarnos fríos, así que hay que empezar a bajar. Pero antes nos hacemos una pequeña sesión para tener de recuerdo.
Antes de que empiece a llover, que está pronosticado que va a caer con fuerza para esta tarde, nos volvemos a poner en marcha.
No hay restos del cartel de Arimegorta y aprovechamos el que han puesto unos metros más abajo en un aparcamiento.
La salida ha sido de tan solo ocho kilómetros y pico, lo justo para pasar la mañana y comprobar que el Angliru no será nada del otro mundo, aunque no es lo mismo ocho que veinticinco, claro.
0 Comentarios
PIEATIERRA se reserva el derecho de suprimir, por cualquier razón y sin previo aviso, cualquier comentario que considere inapropiado.