Calor y vendaval

Segundo día consecutivo de carrera por asfalto con un calorazo a primera hora de la mañana de esos pegajosos que no hay quien lo soporte. Y para colmo, con vendaval incluido. ¡Horroroso!



Estas sesiones de diez kilómetros son siempre lo mismo y lo único que cambia son las condiciones meteorológicas. Salimos con un viento en contra muy fuerte y con un cielo nublado que acojona un poco. Pero enseguida empieza a aclarar y casi es peor porque la temperatura sube más de golpe.

En cuanto llegamos al final del paseo, junto al Museo Marítimo, nos tememos lo peor al dar media vuelta. El aire empieza a soplar a favor y la molestia que ocasionaba al correr se torna en bendición que empezamos a añorar al primer paso dado. La sensación de bochorno con el viento de culo es insoportable y llegamos a casa pidiendo la hora.

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