Ayer domingo tocó descanso por sueño. No tengo ninguna secuela del ultratrail del sábado, lo cual me alegra enormente, pero el cuerpo ya no me responde igual que antes a pasar una noche de gaupasa y me afecta como un jet lag. Llevo el sueño cambiado pero eso no impide que salgamos a correr como cada día.
Me encuentro muy ligero, con unas piernas increíbles. Está claro que, cuanto más haces, más puedes hacer. Y me da mucha pena que venga la época en la que tengo que bajar un poco la actividad física por falta de tiempo porque estoy en un puntito flipante, como hacía tiempo que no tenía.
Hay tantas cosas por comentar que hacemos los diez kilómetros del paseo de Uribitarte muy entretenidos y llegamos a casa casi sin darnos cuenta. La salida me viene muy bien para oxigenar las piernas, algo que no pude hacer ayer porque me dormía de pie. Hoy estoy mucho mejor y espero dormir ya a su hora.
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