Viento, mucho viento. Así no se puede hacer nada al aire libre y lo único que nos queda es irnos a la piscina y seguir haciendo un poco de tren superior. Después de la jornada de ayer y con el cansancio que llevo acumulado, todo es una incógnita.
Empiezo a nadar y, sorprendentemente, voy a buen ritmo y no hay rastro del tranzazo. Hacía mucho tiempo que no tenía esta sensación en la piscina. Casi puede decir que hasta voy disfrutando. Llego al décimo largo y no me lo creo. Amaia ha decidido que hoy se lo va a tomar con mucha calma y, como ha salido detrás mío, todavía no me ha adelantado. Esto no suele ser habitual y me da mucha moral para seguir sin parar.
Ya van treinta largos y seguimos a la misma distancia. Sin duda, ella tiene que ir controlando mucho su ritmo porque lo acostumbrado es que me pase por encima. Me alcanza a falta de tan solo dos largos y le digo que no pare. Aunque sea por una vez, voy a hacer los dos mil metros del tirón. Ir tan bien no puede ser normal. Me temo lo peor para la próxima.
Ya van treinta largos y seguimos a la misma distancia. Sin duda, ella tiene que ir controlando mucho su ritmo porque lo acostumbrado es que me pase por encima. Me alcanza a falta de tan solo dos largos y le digo que no pare. Aunque sea por una vez, voy a hacer los dos mil metros del tirón. Ir tan bien no puede ser normal. Me temo lo peor para la próxima.
| - 40 x 1 (50 m). crol. |
Total: 2.000 metros
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2 Comentarios
¿Se te olvidó escribir? En tu ruta desde Luarca te dejé un comentario. Cuídate el trancazo. Feliz año.
ResponderEliminarGorgonio.
Uy!! Hace mucho que hago así. Primero meto las entradas con fotos y luego ya ... cuando tengo más tiempo ... meto los textos. Tengo infinidad de entradas atrasadas, sobre todo de Alpes, Bretaña, Macizo Central, Andalucía, ... Me cuesta mucho escribir, no creas. Este blog ha crecido demasiado, jejeje
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