Días buenos, días malos, ... Hoy parece que toca uno de los primeros y hay ganas de hacer algo. Lo noto nada más levantarme y se me nota nada más verme en movimiento. Cada vez dependo más de lo que dicte la cabeza.
Después del gran fiasco del sábado, apetece correr sin sobresaltos. El sufrimiento al que me sometió la salida por los acantilados de Aixerrota, me ha dejado huella. Hacía tiempo que no penaba tanto en una sesión de carrera por asfalto. Sin embargo, hoy es diferente, de esos días en los que se acaba todo y parece que no haya sido gran cosa. Unos por otros. Lo malo es que estos se olvidan y los malos se recuerdan por mucho más tiempo.
0 Comentarios
PIEATIERRA se reserva el derecho de suprimir, por cualquier razón y sin previo aviso, cualquier comentario que considere inapropiado.