Montes de Balmaseda

Pues ya estamos otra vez aquí. Una semana después, volvemos a Balmaseda para terminar lo que dejamos a medias. Se trata de pasar de 1.500 metros de desnivel positivo para seguir con la preparación de la Subida al Veleta. Se nos están acabando las fechas y hay que aprovechar hasta el último día libre.

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Montes de Balmaseda Balmaseda 30 km 1550 m+ IR

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Como el otro día, salimos a las 08:00 de la mañana del aparcamiento que hay junto al Puente Viejo. Hace algo más de fresco pero se espera mucha mejoría según avance la mañana.


Subimos a Espaldaseca entre las nubes para, una vez ganada cierta altitud, disfrutar del manto blanco bajo nosotros. Las vistas son espectaculares.


Y llegamos al collado antes de darnos cuenta, justo cuando sale el sol y aparece ante nosotros la Sierra Salvada, en una de las vistas más bonitas que hemos disfrutado en los últimos tiempos.


Falta un último esfuerzo para coronar Espaldaseca pero, ante semejante paisaje, la fuerte pendiente de la pala herbosa se puede sobrellevar mejor.


Volvemos a descender hasta el collado que se encuentra entre Espaldaseca y Celadilla con la vista puesta en esta otra cima, para llegar a la cual hay que repetir esfuerzos.


En la cima de Celadilla nos volvemos a tomar un respiro antes de iniciar el largo descenso a Balmaseda. En esta ocasión, lo haremos íntegramente por pista que, aunque alarga la distancia, nos permite bajar mucho más rápidamente.


Terminamos esta primera parte de la ruta con un nuevo avituallamiento sentados en un banco que hay en la rotonda de entrada (o salida de) a Balmaseda. Nos esperan un par de kilómetros de duras pendientes.


El sol empieza a hacer su trabajo y, unido a la fuerte pendiente, le da un toque de dureza extra al tramo. Tenemos que subir hasta Sabugal y cuesta trabajo solventar las rampas.


Hay muchísima vegetación por todas partes. Está todo de un verde alucinante y el paisaje mitiga el cansancio. Así da gusto esforzarse.


Coronamos el Sabugal algo cansados. Ya se ve el Kolitza delante y empiezan a aparecer algunas nubes. Esperamos que no se adelanten como hace una semana y que podamos terminar tranquilamente.


Ahora nos toca un tramo de senderos cerrados por la vegetación que nos ralentizan bastante la marcha. Vamos pasando por todo el cordal, haciendo cima en Gueci y Los Tueros.


Hasta que llegamos a la pista del Kolitza y podemos volver a correr sin estar tan pendientes de las raíces. Volvemos a ser conscientes de la maravilla de entorno por el que estamos corriendo.


Otro par de kilómetros de fuerte subida y llegamos a la cima del Kolitza, coronada por la ermita de San Sebastián y San Roque. El balcón sobre Bizkaia es colosal.


Amaia acaba de batir su récord de desnivel positivo. El objetivo está más que cumplido pero todavía queda bajar por un estrecho sendero de trazado espectacular.


Y seguimos hasta Balmaseda por el GR-123, una ruta circular que da la vuelta a Bizkaia por senderos, a lo largo de 350km.


Salimos del sendero a una zona de pistas algo más amplias junto a una fuente tremenda de la que mana un agua riquísima, siempre que encuentres la llave de paso que hay que abrir por detrás.


El descenso se hace duro por sus más de ocho kilómetros. Llega un momento en el que uno ya quiere dejar de bajar por los pies recalentados.


Pero llegamos a Balmaseda con muy buenas sensaciones y con la moral por las nubes porque esto va viento en popa. El Veleta queda cada vez más cerca.

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