La cosa está muy chunga. Tenía planes para la bici y se han ido cayendo. Anteayer cogí el tren de Hendaia para hacer la transpirenaica non-stop y me tuve que dar media vuelta antes de empezar. Llegué a la estación lloviendo y, tras dormir en ella junto a un grupo de peregrinos que regresaban a casa, volvió a amanecer lloviendo a mares. Así es imposible hacer nada. Y para más coña, voy y pillo un trancazo de escándalo.
Con unos mocos de caballo, decido salir a correr con mis chicas. Amaia y Yaiza se vienen conmigo (o yo voy con ellas) para hacer diez kilómetros de carrera antes de que empiecen las fiestas y se jorobe el circuito que solemos hacer siempre. Son diez kilómetros que empezamos con fresco y amanaza de lluvia pero que terminamos con solete y bastante calor. El tiempo está muy cambiante y no puedo hacer grandes planes. Este verano está siendo muy complicado.
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