Subida al Pont d´Espagne

Llevo dos meses sin hacer bici, más por falta de tiempo que de ganas, y llegan unos días para poder hacer planes. La primera idea es ir a Asturias pero echo un vistazo al mapa del tiempo y veo que aún es posible una última incursión en Pirineos, a esos puertos que este año me han dado tanto. Entre una cosa y otra, retraso la salida y llego pasadas las dos del mediodía, con el tiempo justo para hacer solo una subida.

XTREM

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Subida al Pont d´Espagne

Pierrefitte

36 km

1000 m+

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Aparco en Pierrefitte-Nestalas y, al bajar del coche, soy consciente de dónde me he metido. Hace un frío que te cagas. Me pongo toda la ropa que traigo y para arriba.

Son dieciséis kilómetros de subida a poco más del 5% de media. La ascensión a Pont d´Espagne es ideal para ir tomando contacto de nuevo con la bicicleta.

Llego a Cauterets congelado pero entretenido con los datos que me da el POLAR V800. Es la primera salida bicicletera que hago con él y, aunque se me ha olvidado poner el acople de manillar, lo leo perfectamente en la muñeca. Pendiente y cadencia son nuevos datos para mí y, sumado a las pulsaciones, parezco profesional. El caso es que no quiero tanto dato para nada... pero bueno, ahí están.

De Cauterets para arriba ya no tengo ganas ni de sacar la mano del manillar para hacer fotos. El tramo sombrío está repleto de nieve helada por los arcenes y es un congelador.

Llego al aparcamiento de Pont d´Espagne con mejores sensaciones de las que pensaba tener tras dos meses y pico sin tocar la bici. Es domingo y hay mucha gente por aquí. Todos me miran como quien ve a un extraterrestre... ¡y no me extraña!

El descenso es tremendo. Llego al coche muerto de frío y me cuesta una barbaridad cambiarme de ropa. Apenas son las cuatro de la tarde y la temperatura ha descendido más rápido de lo que lo ha hecho el sol, con las montañas dando sombra a ambos lados del valle. No quiero dormir cerca del río, así que me subo hasta Luz Saint-Sauveur para aparcar en el Carrefour, algo mucho más protegido.