Vertientes de Cobertoria

La semana pasada tuve intención de ir a Asturias pero acabé eligiendo un último stage en Pirineos. Esta vez, tenía idea de ir a otra zona pero acabé eligiendo ir a donde quise ir anteriormente. Así ando, mirando el mapa del tiempo y yendo a donde mejores previsiones haya. Se espera frío y un día lluvioso pero es la mejor opción, así que acudo a Pola de Lena para hacer la Cobertoria por Lindes, una vertiente que me falta.

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Vertientes de Cobertoria Pola de Lena 75 km 2900 m+ IR

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Esta vez no he viajado el día anterior, sino que salgo de Bilbao para llegar a Pola de Lena a eso de las nueve. No lo consigo y es a las diez de la mañana cuando dejo Lena para una primera subida a La Cobertoria.


Hace un frío tremendo pero los porcentajes de este puerto ayudan a entrar en calor. Constantemente se sube a un 9% que no da respiro y que, en días como hoy, se agradece enormemente.


Me acerco al desvío del Cordal y me adelanta un ciclista. Aunque hay mucha afición al ciclismo por estas tierras, no suele ser habitual cruzarse con ciclistas en los puertos. Pero uno ..., uno tampoco es para sorprenderse.


El caso es que me adelanta un segundo ciclista ... y luego un tercero ... y un cuarto. Esto ya no es tan habitual. Echo un vistazo para atrás y veo que viene más gente. He debido coincidir con alguna marcha o con la salida de algún grupo.


Los cuatro o cinco ciclistas que me han ido sobrepasando se encuentran parados en el desvío del Gamoniteiro. Subir hasta allí es algo que tenía pensado hacer si las fuerzas acompañaban al finalizar la ruta de hoy pero decido tirar para arriba porque el día así lo pide. Para la tarde ya dan empeoramiento del tiempo y es ahora o nunca.


La protección de La Cobertoria por la vertiente de Lena hacía que el aire no molestara nada pero, al salir de su amparo y meterme en las primeras rampas del Gamoniteiro, un soplo helador dificulta la subida.


El grupo de ciclistas de antes parece que no viene por detrás. Al abrigo del aire no hace demasiado frío. Voy ganando altitud sin mayor problema disfrutando de las vistas y deseando tener una primera estampa del Gamoniteiro frente a mí.


Se alcanza la collada del Fresno y el fuerte viento se torna en actor principal, al tiempo que el primero de los ciclistas que me pasó en La Cobertoria me adelanta nuevamente en este tramo.


Las vistas empiezan a ser espectaculares, mitigando la dureza de la subida, que ya no bajará del 10% en ningún momento. Entra un viento lateral de la izquierda que, en alguna que otra racha fuerte, está a punto de tirarme al suelo.


Ya van unas cuantas ascensiones al Gamoniteiro y, a pesar de llevar solo una semana de bicicleta, me encuentro en muy buena forma y apenas me cuesta esfuerzo solventar estas dobles cifras. Así da gusto encarar este tipo de colosos.


También estoy llevando muy bien el tema del frío. Comparando con el Troumouse de la semana pasada, esto es una caldera. Solo tengo que sujetar con fuerza el manillar para que el aire racheado no me tire.


Llevo tres o cuatro ciclistas adelantándome, los mismos que me pasaron en La Cobertoria, cuando otro se pone a mi par y me pregunta si soy Pieatierra. Se trata de Marce Montero, a quien no tenía el gusto de conocer en persona. Tan solo le había visto en una marcha cicloturista en la que subían al Angliru y algunos le animamos al pasar sin ni siquiera saber a quién animábamos. Subimos la parte final charlando un poco de todo y es cuando me entero de que la presencia de tanto ciclista se debe a que han hecho una quedada en Pola de Lena para subir al Gamoniteiro por navidades, algo que deben hacer todos los años, por lo que se ve.


Esta parte final está increíble, con la presencia de neveros por las cunetas y con una salida del sol para la ocasión que hace que la estampa luzca maravillosa. Sin duda, es la vez en la que subo hasta aquí que más bonito está todo.


Corono el Gamoniteiro tras un buen esfuerzo final en lucha contra la pendiente y el viento, con una compañía inesperada que me permite hacerlo muy entretenido.


Arriba hay un reagrupamiento de gente y es cuando soy consciente del mogollón de gente que venía tras de mí. Van llegando de uno en uno y nos vamos juntando cerca de veinte personas, cada cual abrigándose más si cabe. El aire corre desbocado por la cima con una sensación térmica que corta la cara.


Me decido a empezar mi descenso para seguir con la ruta planeada pero me animan a quedarme para una foto de grupo. Es cuando llega Berniego y algún que otro conocido. Son tantas las ocasiones en las que he aterrizado por Asturias en los últimos tiempos y tanta gente con la que he podido compartir pedales que no recuerdo sus nombres. Ya dirán...


Se hace la foto de grupo con una buena multitud de gente, un poco más abajo de la cima para estar protegidos del aire y para que entren las antenas. Poco a poco, empezamos a bajar y disfrutamos de nuevo de las vistas, solo que ahora más relajados, sin tener que estar apretando el culo en las duras rampas de este coloso.


Voy acompañado de otros dos o tres ciclistas que me van pidiendo que les fotografíe en diversos puntos del trazado, donde se dan las mejores vistas.


Entre unas cosas y otras, he invertido algo más del tiempo que tenía previsto para esta parte de mi ruta, pero ha merecido la pena. Vuelve a haber otro reagrupamiento para hacer una foto de grupo en la cima de La Cobertoria y me piden que me quede. Los participantes en esta quedada vuelven a Lena para tomar algo todos juntos pero yo seguiré de frente para subir alguna cosita más.


Desciendo hacia Bárzana y me meto por el desvío de Muriellos. Es otra subida que no tengo hecha y que me apetece tachar de la lista de pendientes.


Son solamente cinco kilómetros pero a un 9% de pendiente media, así que me va a permitir volver a entrar en calor porque la bajada ha sido muy fría. A poco de empezar a subir sale el sol y ayuda a templar bastante.


Miro el reloj y se me va a hacer tarde si también subo a la ermita del Alba. Era otro objetivo del día. Aunque ya lo hice hace varios años, no tengo fotos de la subida, pero creo que tendré que aparcarlo por ahora. Con esta cancelación, puedo subir Muriellos más tranquilo.


A media subida se pasa por Rano. Es una subida corta pero con muchos alicientes. Las vistas que se tienen del valle de Quirós son muy interesantes.


Estoy a punto de entrar en Muriellos casi sin darme cuenta, gracias a lo entretenido que he ido subiendo. Soy consciente de que ya no me quedan muchas subidas que hacer por esta zona y eso me da una perspectiva que no tengo en muchos lugares.


La carretera termina en Muriellos pero no la subida. Hay una pista cementada que sale de frente y decido tirar por ahí hasta que ya no se pueda subir más.


Las rampas se aproximan al 20% en varios momentos, con tramos en los que el piso se vuelve de un hormigón rayado y botoso que dificulta todavía más.


Pero no me importa. Voy entretenido y, lo que es más importante, con fuerzas como para no sufrir demasiado. El pasado stage de Pirineos parece que me ha dado un puntito interesante. Al final, llego a una pista en la que el cemento se acaba y se pasa a otra de tierra que se adentra en la montaña. Han sido poco más de cinco kilómetros de subida para llegar hasta aquí.


Desciendo por donde he venido con cuidado de no recalentar mucho las llantas por andar frenando continuamente. Una vez en la carretera, la bajada es rapidísima.


En Santa Marina empieza otro de los objetivos que me han traído hasta aquí: subir Lindes. Me vienen recuerdos de Trobaniello en el puente del comienzo, con el desvío a Ricabo en las señalizaciones. Tras unos minutos de charla con el tipo de un quad, me meto por el frío valle, por una carretera que asciende junto al río Quirós.


La subida es bastante suave, tan solo posee algún que otro repecho que se agradece porque hace mucho frío en esta zona. El sol no entra por aquí y se nota mucho la humedad.


Además la tarde ha ido empeorando y se está nublando mucho. Se esperaban lluvias para las cinco, tal vez en forma de nieve porque hace muchísimo frío.


Paso por Cortes con ganas de ir acabando. Tengo fresco y el día está quedando muy amenazante. Empiezo a pensar que no voy a llegar seco al coche.


Dejo atrás el desvío que va a La Cobertoria para terminar de hacer cima en el punto más alto de la carretera de Lindes. Tan solo es un kilómetro desde el cruce y no merece la pena dejarlo sin hacer. Es una pena que ya no haya luz porque la nieve de las montañas dibuja una estampa preciosa.


Regreso por donde he venido para coger ese desvío de un kilómetro atrás. La pista empeora mucho, con presencia de mucha gravilla que me mantiene alerta, tanto como las nubes que lo han cubierto todo quedando un cielo muy gris.


La pendiente es suave en todo momento pero no dejan de ser diez kilómetros hasta el alto de La Cobertoria. Paso por Las Llanas apretando un poco para salvar el culo del agua que viene.


Subida tranquila para hacer en otra época del año. Se me ocurre una circular corriendo con estas dos vertientes de La Cobertoria. Salen treinta kilómetros que tienen que estar increíbles en la primavera.


Una pendiente suave me permite pegar un buen arreón para llegar a la cima, con plato metido desde que me cae una primera gota. Es algo aislado y eso me salva.


Corono La Cobertoria junto a otro ciclista que se está abrigando junto al cartel de puerto. La bajada se espera fría pero tengo la esperanza de que siga siendo seca.


Y tengo la fortuna de llegar al coche a salvo de la lluvia en otra de esas ocasiones en las que, nada más cargar la bicicleta en el maletero, se pone a llover sin parar. Me voy a Gijón, ya veremos que puedo hacer mañana.

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5 Comentarios

  1. Buena ruta te has marcado, amigo. ¿A qué temperatura llamas tú mucho frío? ¿Siempre bajo cero?
    El Gamoniteiro me espera paciente. Nunca lo hice y ya tengo ganas. Esa quedadade Marce Montero la conocía y leyendo tu crónica me esperaba que fueran ellos. Supongo que también irían Javier Avilés, Teibol, Xiky, etc.
    Feliz 2015 y felices pedaladas.

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  2. Olvidé preguntarte:
    ¿Con qué programa haces ese perfil?

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    1. ¡Qué va! Por el norte no nos verás casi nunca bajo cero. El concepto frío aquí es muy diferente del que conocéis por el centro. Aquí el problema es la suma de temperatura baja y humedad. A 3ºC y la humedad cantábrica ya te digo yo que a los madrileños se os hiela el habla, jajaja

      Xiky no sé quién es, no le conozco. Javier y Teibol no pudieron asistir por diferentes motivos pero estuve con ellos en la ruta del lunes. A ver si no tardo mucho en ponerla por aquí, que se me acumulan los temas.

      Los perfiles los hago con Illustrator. Los dibujo yo mismo usando los que da algún programa de estos tipo bikerouter como calco. Es lo que tiene dedicarse al diseño gráfico, que me gusta personalizarlos un poco.

      Lo dicho, feliz 2015. A ver si me bajo un día de estos. Estoy repitiendo puertos que me han gustado y la zona de Hiruela, Muralla China, ..., la tengo como prioritaria en una circular con Quesera y Somosierra. Ya te avisaré, ya.

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  3. Te queda Villamarcel para la ocasión que asciendas Ermita del Alba.

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    1. Cierto, no había mirado para el otro lado. Ese día meto también Trobaniello y recuerdo viejos tiempos, jejeje

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