Hoy tengo media mañana libre y muchas ganas de aprovechar un par de horas, lo justo como para salir a correr y que me de tiempo para ducharme. Está lloviendo pero eso no me va a impedir que acumule algún kilómetro.
La salida consta de los diez kilómetros de costumbre. Hace frío y mucha humedad. Así es muy difícil coger un buen ritmo de carrera y se está más pendiente de no lesionarse. Por suerte, deja de llover en el Museo Marítimo y la vuelta es más tranquila. Llevaba seis días sin hacer nada y, a estas alturas, ya era demasiado.
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