Entre lagos de Escocia

Los Highlands suenan muy bien antes de venir. Es de esos sitios que tienes marcados en rojo para tratar de visitar alguna vez en la vida. Pero la temperatura ha bajado tanto que no me apetece recorrerlos en bicicleta, lo que me anima a tirar de picaflor en toda esta zona, aprovechando el tiempo libre para disfrutar de los lugares que más me agraden. La ausencia de grandes puertos me desanima bastante y hace que me decante más por el turismo que por el cicloturismo.

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BEALACH RATAGAIN Shiel Bridge 345 5 7 % IR


El tramo que me lleva del lago Ness al lago Cluanie me sirve para hacerme una idea de lo que me ofrece esta tierra. Apenas hay poblaciones y las montañas lo rodean todo. Me imagino lo que puede ser esto en invierno.


Estoy en la parte más espectacular de todo el viaje y el tiempo, aunque frío, me sigue respetando. Aún así, me alegro de no haber cogido la bicicleta porque el contraste con los últimos días es brutal. Estoy muy destemplado.


Disfrutando mucho del paisaje, llego al final del lago Shiel, hasta Shiel Bridge, donde ya se alcanza el mar. Nunca hay una sensación de mar abierto porque se trata de una infinidad de rías que penetran en la tierra y es difícil saber si es una de ellas o todavía es un lago interior.


Sale el sol al tiempo que descargo la bicicleta para afrontar la subida a Bealach Ratagain, uno de los dos BIGs de esta inhóspita región.


La subida no llega a los cinco kilómetros pero tiene alguna rampa que ronda el 18%. Subiendo en plan picaflor, no deja de ser un entretenimiento para estirar las piernas porque ya llevo muchos kilómetros de coche.


El primer kilómetro y medio no es gran cosa, quedando todo concentrado en los tres finales. Pensaba que iba a disfrutar de grandes vistas pero resulta ser todo lo contrario, ya que el arbolado me acompaña constantemente.


No es hasta llegar casi hasta arriba cuando puedo disfrutar de las vistas del final de esta entrada marina. Los rayos del sol atraviesan las nubes en una estampa maravillosa.


El calentón del cuarto kilómetro da paso a unos metros finales más relajados, hasta coronar este Bealach Ratagain. Apenas han sido unos minutos intensos en una fría mañana en Escocia.


De vuelta en el coche, me quedan muchos kilómetros de lagos y rías, camino del siguiente BIG, algo más al norte. La soledad es total, viendo algún que otro coche muy de vez en cuando.


Entre los lagos Duich y Alsh se encuentra uno de los lugares más famosos de Escocia: el castillo de Eilean Donan, el castillo de Los Inmortales y de tantas otras películas.


Hay marea baja y se podría llegar andando hasta la isla sobre la que está construido, aunque no lo parezca, en el siglo XX, ya que se trata de una réplica porque el original fue destruido en 1719 al ser bombardeado porque estaba ocupado por el ejército español que ayudaba en una revuelta jacobina que se fue al garete. 


El día va avanzando y ya no hace tanto frío pero, por contra, empiezan a aparecer unos nubarrones preocupantes por el norte, justo para donde me dirijo.


Llego a Lochcarron y aprovecho para comer algo antes de afrontar la segunda subida del día. Me apetece mucho volver a coger la bicicleta pero para hacer subidas, no para rodar.


De lago en lago y tiro porque me toca. El tramo que va de Lochcarron a Tornapress es impresionante. La única pena es que se está estropeando el día.

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