Subidas cortas desde Arette

Sigo acercándome a Lourdes, lugar de salida de la etapa de mañana, y paro en Asasp para hacer otras dos subidas nuevas. Siempre que he llegado a Arette he optado por otras vías y esta vez, con idea de hacer rutas cortas, es una buena oportunidad para atar cabos sueltos.

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Subidas desde Arette Asasp 41 km 775 m+ IR

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He comido fuerte en Jaca y, tras un rápido paso por el túnel de Somport, salgo de Asasp rumbo a Arette. Este sector es un poco más corto que el de la mañana pero con un desnivel parecido.


De Issor a Arette hay un pequeño alto por el que ya he pasado varias veces, en ambos sentidos. Apenas son cien metros de desnivel superados en ocho kilómetros.


El descenso de esta pequeña cota es más brusco, en tan solo dos kilómetros, llegando a las calles de Arette. No he llegado a una docena de kilómetros y ya ando rellenando el bidón con agua fresca en los baños públicos que hay en la localidad.


El calor es tremendo en estas horas centrales del día. Abandono la carretera de la Piedra de San Martín para meterme por una estrecha carretera que se dirige hacia el col de Lie. En la base del puerto hay un cartel con los datos de la subida.


El puerto me recibe con una primera rampa de doble cifra pero enseguida se suaviza. Los dos kilómetros centrales, de los cuatro de que consta la ascensión, son muy suaves.


Aprovecho todas y cada una de las sombras que me salen al paso. Está la cosa como para no hacerlo. Estas temperaturas me pesan mucho.


Antes del último kilómetro hay un descenso breve. A partir de ahí, se retoma la subida con fuerza, con un último kilómetro al 9% de media que me hace sufrir un poco.


Llego a la cima del col de Lie con la sensación de haber disfrutado mucho con esta pequeña subida. Aún me quedan muchos lugares por descubrir en Pirineos, más allá de los grandes puertos.


El descenso está un poco complicado. Hay un cartel en la cima que avisa del peligro de la presencia de abundante gravilla, hasta el punto de que la rueda se entierra en algún punto. Tras un primer susto, me tomo la bajada con sumo cuidado.


Llego al río Lourdios en el valle del mismo nombre y paso por la localidad de Lourdios-Ichère camino del col d'Ichère. Coincido con varios ciclistas alforjeros que vienen de la cima y que se toman un respiro en una buena sombra junto al río.


Al igual que en el col de Lie, dispongo de información numérica de la subida, esta vez kilómetro a kilómetro, con los habituales cartelitos azules de los Pirineos Atlánticos.


Hace muchísimo calor y no hay sombras bajo las que librarse del sol abrasador. Durante los cuatro kilómetros y medio de que consta este puerto no dejo de achicharrarme.


Como es un sector corto, ya he rebasado la mitad de la salida y solo tengo que esforzarme por un par de kilómetros más. El 7% continuado de este puerto no es mucho problema porque estas subidas cortas no consiguen castigar con estos porcentajes.


Corono el col d'Ichère con la misma sensación de haber disfrutado mucho y, tras un breve tramo llano, la bajada me regala unas vistas espectaculares del valle de Aspe.


Desciendo hasta la orilla del río Aspe y, a diferencia de ayer, tomo el sentido descendente. Me quedan una docena de kilómetros favorables para dar por concluido este sector.


Paso por el cruce del Marie Blanque y, por un instante, se me pasa por la cabeza alargar un poco esta ruta. Pero solo por un instante porque hace tantísimo calor que prefiero ir a Lourdes tranquilamente para tomar un helado y refrescarme haciendo un poco de turisteo por allí.

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