POLAR V800 en aguas abiertas

Hoy es el último día de septiembre y, por tanto, el último de la temporada de playas, lo que conlleva que también sea el último en el que hay socorristas. De todas formas, ha sido casualidad porque me he acercado a Plentzia/Gorliz solo para probar la actualización de aguas abiertas del POLAR V800.



Bonita tarde, más veraniega que otoñal, con una temperatura perfecta para irse a la playa. Además, al ser laborable no hay nadie y tengo todo el arenal para mi solito. Una gozada. El agua está a 19ºC y me pongo el neopreno, con la mala suerte de que se ha partido el collarín y me he quedado sin la protección del cuello.

La entrada al agua ha sido muy buena, no me ha costado nada, y he empezado a nadar en dirección a las boyas para seguirlas de lado a lado de la bahía. Cada vez que llegaba a un extremo miraba la distancia que me daba el GPS del reloj antes de dar media vuelta, con intención de parar con los dos kilómetros, pero estaba tan a gusto nadando que me he pasado un poco hasta llegar a los 2.300 metros.

El reloj ya contaba anteriormente los metros recorridos pero, al perder señal de GPS cuando el brazo portador se sumergía, daba lecturas erróneas al producirse picos de señal. Ahora han corregido eso y se ve en el mapa que la línea que se sigue es recta gracias a un algoritmo que han empleado para unir los puntos de señal sin tener en cuenta los momentos en los que se pierde. Conociendo como conozco la distancia que he hecho por haberla medido anteriormente con la piragua, doy fe de que se ha solucionado.

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