Hoy es de esos días nublados en los que hace un bochorno tremendo y no hay quien lo aguante. Tengo un rato antes de comer y aprovecho para ir a las piscinas del polideportivo de Miribilla. Me queda a un paso de casa y el agua me viene mucho mejor que la de La Alhóndiga donde, ya de entrada, se nota un ambiente muy recargado por el cloro. Ahora que tengo detectado al enemigo, conviene no acercarse a él. Mirando el lado bueno, al estar más cerca de casa puede que vaya a nadar más veces.
No tengo mucho tiempo así que me limito a hacer mil metros. Nada más empezar, se me vuelve a caer la pinza nasal y me tengo que poner a buscarla. Creo que voy a buscar otro modelo porque ya me ha pasado varias veces y no quiero arriesgarme con el agua. Por lo demás, la distancia es cómoda y no me cuesta nada. Es más, se puede decir que resulta hasta relajante.
| - 20 x 1 (50 m). libres. |
Total: 1.000 metros
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