Escapar del calor

Según los medios, estamos inmersos en una ola de calor, con 40ºC en Bilbao y en Córdoba. Los cordobeses van a seguir igual, haya o no haya ola de calor, pero aquí lo estamos sufriendo mucho. Es difícil salir de casa si no es para ir al agua, así que me cojo la piragua y me tiro con ella a la ría.



Esta vez cambio el sentido de la marcha y me voy hasta los saltos de La Peña, donde el río se convierte en ría. Me encuentro con una ¿manada? de patos, con una decena de churumbeles siguiendo a lo que parece ser su madre o su monitor de nado, de tal manera que les debo asustar y salen volando a ras de ría como cuando te encuentras ovejas en un puerto de montaña y no tienen escapatoria. También hay gente pescando y un par de perros jugando con sus amos en el agua.

Doy media vuelta en cuanto llego al primer escalón insalvable y, con la corriente a favor, llego hasta el puente de Deusto. Me topo con media docena de piraguas dobles de las que alquilan junto al Museo Marítimo y adelanto a tres chicos haciendo padel surf, deporte que me parece un auténtico coñazo. La subida a contracorriente se me hace muy dura, completando algo más de siete kilómetros muy agradables gracias al chapoteo del agua que permite pasar una tarde más fresca.

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