Ayer tuve ruta dura y hoy toca bajar un poco el pistón. La mañana es casi de verano y decidimos irnos a comer a la playa, a disfrutar del solete, con una tortilla de patata y un buen acompañamiento de pimientos asados que están para chuparse los dedos, y más con el sonido de fondo de las olas rompiendo en un entorno solitario. Es un buen rato de relax máximo que hace difícil ponerse luego a dar pedales.
| XTREM | CAT 1 | CAT 2 | CAT 3 | CAT 4 |
| Ruta A - 2 | Plentzia | 48 km | 610 m+ | IR |
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Tras un buen rato vuelta y vuelta, me pongo en marcha rumbo a clase cargado de pereza. No me suele costar mucho arrancar, pero hoy no puedo con mi cuerpo.
La mañana y el mediodía han sido de escándalo pero está empezando a nublarse bastante y se ha levantado un fuerte aire de cara que me molesta mucho en la subida a Unbe. Las piernas no carburan nada y el ritmo es muy sosegado.
Hace mucho calor, con el termómetro marcando más de 30ºC. El aire del sol viene caliente y ni siquiera las sombras son frescas como estos días atrás. Para cuando llego a Unbe, ya me he bebido casi todo el bidón.
Me tomo la subida a Enekuri con muchísima tranquilidad, máxime cuando coincido con el tren de Lezama, me encuentro con las barreras bajadas tras la rotonda de Asua y arranco con toda la cola de coches que hace que suba embebido en el tráfico.
Al salir de clase por la noche, el termómetro registra 23ºC, llegando a Plentzia con 21ºC y una sensación de agobio demasiado alta para estas fechas. Como no podía ser de otra forma, el ritmo es más que lento, como cansino, dando pedales por inercia.
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