Con fibras a estrenar

No hacía falta que nadie me lo dijera porque yo ya lo sabía. Después de la marcha del domingo, tras un año entero sin hacer montaña, era obvio que iba a estar tres días sin poder moverme. A estas alturas de la película me conozco de maravilla y sabía que hoy podría volver a hacer algo de ejercicio.



Día caluroso de verdad, con la temperatura disparada bastante por encima de los 30ºC. Me limito a hacer los seis kilómetros de costumbre por la playa con unas pulsaciones tan bajas que me asustan, como si estuviera muerto. No es de extrañar que sean tan bajas porque el ritmo es lamentable. Está bien meterse caña de vez en cuando pero cada vez tengo más claro que las tiradas largas como la del domingo pasado no son muy productivas que digamos. Entre que paras antes para llegar fresco y lo que estás obligado a parar después porque no te tienes de pie ...

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